El sonido entra al oído por el canal
auditivo externo y hace que la membrana del tímpano
vibre. Las vibraciones transmiten el sonido en forma de
energía mecánica, mediante la acción de palanca de los huesecillos hacia
la ventana oval.
Después, esta energía mecánica es
trasmitida por los líquidos del oído interno a la cóclea, donde se
convierte en energía eléctrica que viaja por el nervio
vestíbulo-coclear hacia el sistema nervioso central, donde es
analizado e interpretado como sonido en su forma final. Durante
este proceso de transmisión, las ondas sonoras encuentran protuberancias cada
vez más pequeñas, desde el pabellón auricular hasta la pequeña ventana oval,
que resultan en incremento de la amplitud (o volumen) del sonido.
Las ondas sonoras transmitidas
por la membrana del tímpano a los huesecillos del oído medio llegan
al caracol, que es el órgano encargado de la audición situado en el
laberinto u oído interno.
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La audición ocurre por dos mecanismos:
- La transmisión de sonidos por el aire en el conducto
auditivo externo y medio comprende la conducción aérea,
- y la que ocurre por los huesecillos del oído medio es
la conducción ósea.
En personas con audición normal, la
conducción aérea es más eficaz; sin embargo, los defectos de la membrana
timpánica o la interrupción de la cadena acicular alteran la conducción normal
del aire y causan pérdida de la proporción sonido-presión y, por tanto, pérdida
de la audición.
Podemos concluir diciendo que el
ruido produce lesiones (trauma sonoro) en principio sólo detectables en registro
audio métrico, y si la intensidad y/o tiempo son suficientes, provocará
hipoacusia. Esta disminución de la agudeza auditiva comienza de forma silente y
no es percibida por la persona hasta que no se alcanzan las frecuencias
conversacionales.
El campo auditivo del hombre está
entre los 16 y los 20.000 Hz. Por
debajo de este rango no se percibe sonido y sí una sensación de empuje y por
encima, la vibración entra en el límite de los ultrasonidos, no captables por
el hombre pero sí por la mayoría de los animales.
Carlos Lechuga y Álvaro Arcón 11°F
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